Arq. Alejandra Felippa
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Alejandra Felippa | Un sueño realizado: nuestro viaje a Carrara, Italia
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Un sueño realizado: nuestro viaje a Carrara, Italia

  

 

Aquel domingo 6  de Octubre de 2019 llegamos a la ciudad de Carrara, en la región de Toscana. Esta ciudad se asoma al mar de Liguria y exhibe como fondo los imponentes Alpes Apuanos. La ciudad se funde con los Alpes en una secuencia de variados y fascinantes paisajes en los que dominan los blancos perfiles de las montañas y del mármol extraído de las canteras, protagonistas de la historia y la fortuna de este lugar.

 

     

 

Primero dimos un breve paseo por las calles de Carrara… Nos impactó la soledad de esta ciudad, que por siglos había vivido épocas de esplendor de la mano del comercio internacional del preciado MÁRMOL BLANCO con sus cientos de variedades. Además llegó a ser la sede, por décadas, de ferias internacionales del sector, pero las crisis mundiales aparejadas por el uso de los nuevos materiales compuestos pétreos y la preeminencia de los mercados asiáticos, afectaron a la gran industria marmolera de esta región.

 

      

 

Nuestro objetivo fue develar el gran misterio de conocer una CANTERA nada menos que en CARRARA, Italia… Curiosidad, intriga, anhelo… todas esas emociones se convocaron para mí y mis hijas Agustina y Valentina aquel domingo para embarcarnos a la aventura. 

Tuvimos la fortuna de encontrar una visita guiada “no comercial y muy especial” : Marco, el nieto de un canterista, nos explicó con pasión las experiencias de sus ancestros trabajando las canteras y lo que fue el esplendor de este lugar. 

 

Hoy Carrara es una ciudad casi fantasma, pero con los relatos de Marco nos transportamos en el tiempo. Pudimos apreciar no solo la geología y el paisaje, que admiramos con asombro desde nuestro recorrido en camioneta hasta la cima de las montañas, sino también el porqué de una historia de siglos que convocó a miles de personas de todo el mundo para trabajar en y por la búsqueda del preciado y único en su tipo, blanco mármol.

 

      

 

Fue una inmensa emoción ENTRAR en la cantera, sentir la inmensidad y fuerza de la piedra…    

 

    

 

Esas montañas es algo imborrable a nuestros ojos y en nuestros corazones, una experiencia soñada por mí desde que inicié mi vínculo con el mundo pétreo en el año 1993.

 

Arq Alejandra Felippa. Pasión por restaurar lo auténtico