16 Mar Historia y origen del Sierras Hotel de Alta Gracia
El 4 de febrero de 1906 se colocaron los primeros cimientos de la obra que sería el Sierras Hotel de Alta Gracia, impulsada por Guillermo Franchini; quien además fue el gestor de construir un hotel de lujo en el privilegiado entorno natural de Alta Gracia.
Desde sus comienzos, este histórico complejo hotelero captó la atención de un público de alto poder adquisitivo con sus lujosos salones.
Sierras Hotel tenía en aquél entonces 72 habitaciones de refinada decoración, enmarcadas en un entorno de privacidad lejos de los grandes centros urbanos y con un
servicio adecuado a las normas de la más elevada jerarquía hotelera del viejo mundo.
Los huéspedes llegaban en el Ferrocarril Central Argentino, luego de un extenuante viaje en vagones-cochera que estaban adaptados para transportar toda una familia completa, junto a sus Ford T o Bugatti, y toda su comitiva de personal de servicio.
Las vacaciones duraban dos o tres meses y, durante toda la estadía, una comitiva los acompañaba para asistirlos a diario: Choferes, niñeras e institutrices y un chauffeur, persona que ayudaba a las mujeres con los complicados vestidos de época guardados en grandes baúles.
Artistas de moda, políticos, grandes empresarios, diplomáticos, escritores y poetas encontraban en los hermosos jardines y misteriosos senderos que rodeaban al Sierras Hotel de Alta Gracia, la inspiración que buscaban.
Los notables del Sierras Hotel
El Sierras Hotel de Alta Gracia tuvo una gran influencia económica, social y laboral para la provincia de Córdoba. A partir de la instalación y habilitación del Casino, la afluencia de turistas y viajeros del mundo a la provincia se incrementó notablemente.
Muchos romances se tejieron en sus salones y sus muros alojaron personalidades de la política, del arte y célebres millonarios.
Desde José Figueroa Alcorta, que fue el primer Presidente que se alojó allí, todos los que lo siguieron en el cargo, supieron disfrutar del refinado gusto de su atención y sus servicios.
Entre las principales visitas internacionales que conocieron sus instalaciones, figuran los reyes Leopoldo y Balduino de Bélgica junto a su esposa Fabiola.
El presidente de Italia Giovanni Gronchi, John Fitzgerald Kennedy en calidad de senador y el músico Manuel de Falla, que falleció allí, luego de haber estado alojado durante dos años.
En 1913, el gobernador Ramón José Cárcano promulgó la Ley de Casinos y se construyó el casino como un gran centro de entretenimientos con sala de teatro, bar, sala de estar y algunas habitaciones.
Promovía mucha actividad cultural: funciones de teatro, conciertos, proyecciones cinematográficas y bailes sociales. Las nuevas instalaciones potenciaron el esplendor del Sierras Hotel, que traccionó la expansión urbana de la ciudad de Alta Gracia.
Sin embargo, presiones ejercidas por un sector social cordobés en contra de la “inmoralidad de la promoción y la dependencia económica derivada del juego” provocaron la clausura del casino en 1916.
Su esplendor fue renovado con el gerenciamiento de Roque Celentano, periodo en el que la provincia inició en vano una frustrante disputa con la Nación para lograr que se autorice la rehabilitación del casino.
Pasaron muchas temporadas de éxito, no como en tiempos del casino, pero el hotel continuó siendo un referente de hotelería en el país hasta que, finalmente, cerró sus puertas en la década del 70.
Por décadas este increíble edificio fue un testimonio de una época dorada, con su cierre fue abandonado, usurpado y depredado de cada elemento original que ostentaba su arquitectura: sanitarios y griferías, revestimientos, aberturas y hasta pisos calcáreos.
Arqta. Alejandra Felippa