24 Jun HISTORIA de la CASONA de LOS CISNES
Colindando con el Centro Cultural Alta Córdoba de nuestra ciudad, se encuentra una de las residencias más sobresalientes de esa zona. Su importancia no sólo radica en la belleza y en el excelente estado de conservación sino también en el hecho de ser sobreviviente de un estilo con escasos exponentes en nuestra ciudad.
Fue a principios del 20, cuando Don Bartolomé Firpo –siendo ya una persona reconocida en nuestro medio- hizo construir como vivienda familiar, en la actual calle Rodríguez Peña al 1600, una de las casas más distintivas de Alta Córdoba.
Con una posición acomodada –fruto de su próspera trayectoria en la explotación de canteras – encargó al reconocido arquitecto Berniani, la edificación de una residencia que se destacaría de las tradicionales moradas de estilo italiano del lugar .
El Art Noveau que hizo furor en Francia a fines del siglo pasado, fue el estilo elegido, y a pesar del retraso con que se lo importó, una edificación integra con esa estética registraba, todavía, muy pocos antecedentes en la ciudad .
Se emplearon, en abundancia, materiales traídos especialmente de Europa, la herrería externa e interna, los sanitarios, las finas columnas de hierro para las galerías.
Hasta los zócalos de los ambientes interiores, diseñados totalmente en amonita, fueron importados. Todo esto sumado a la carpintería de madera, el volado de metal de las galerías y una numerosa cantidad de detalles que configuran un bellísimo y armonioso conjunto que, en sus orígenes y por largo tiempo, fue ámbito de una activa vida social, de encuentros literarios y reuniones culturales.
Pero el correr de las décadas opacó las luces y el esplendor que distinguieron a la construcción entrando con los años, en un triste olvido y deterioro.
BRILLO RECUPERADO 😃✨💎
A punto de ser demolida en 1984, para levantar una torre de departamentos en su terreno, la residencia fue “salvada” por intervención de la familia Goldman, cuyos miembros fueron paulatinamente “ enamorándose” de la construcción.
Así durante dos años, se realizaron las tareas más importantes de restauración: lavado de paredes y techos con presión de agua, rasqueteado de puertas y ventanas, refacción de las instalaciones originales, recupero de la galería de madera, cepillado del piso de pinotea.
También se reacondicionaron los frisos del cielorraso, las balaustradas del patio y las molduras generales. Una diversidad de trabajos que el mismo Isaac Goldman, titular del inmueble y mentor de las tareas, define como “de expertos ARTESANOS”.
Actualmente, funciona en el lugar la promoción de actividades culturales varias: desde cursos y conferencias, hasta conciertos y exposiciones, procurando principalmente alentar a talentos jóvenes y a quienes tienen muy limitadas oportunidades para mostrar sus creaciones artísticas.
A partir de esta acción, la “Casa de los cisnes“, como se la conoce por la distintiva fuente ornamentada que posee en su jardín de frente, ha vuelto a recuperar el brillo que la distinguió a principios de siglo.
Su elegante galería, que sirve de entrada a un amplio hall central con techo corredizo, sus más de 25 ambientes (incluyendo dependencias de servicio), su iluminación y mobiliario de época, sus mosaicos calcáreos y mármoles de Carrara originales y su encanto de conjunto, hacen de ella un hito barrial y uno de los pocos exponentes sobrevivientes del Art Noveau en nuestra ciudad.
Texto publicado en Revista Aquí Vivimos, autor Daniel Saur.