09 Jul Mármol blanco, un clásico que no pasa de moda
El mármol blanco es como esas piezas clásicas que tiene todo buen guardarropa que se precie de elegante y moderno. Por años, ha sido protagonista del diseño y la decoración y hoy vuelve a ser tendencia, reinventado de múltiples formas.
¿Por qué deberíamos elegirlo? El mármol blanco es versátil, neutro, tan fácilmente combinable como una camiseta blanca, en estilos formales o informales, en brillo o mate, con madera, blanco, negro o cualquier otro color.
El baño y la cocina son los espacios habituales para el mármol blanco, donde su resistencia y color aportan a la funcionalidad y a la sensación de amplitud, frescura y limpieza.
Sin embargo, no hay que descartar usarlo en otros espacios y superficies. Por ejemplo: una pared completamente recubierta de mármol aportará una personalidad y una fuerza estética a cualquier sala, que no necesitará de más esfuerzos decorativos.
En escaleras, el mármol blanco también da grandes resultados. Sobre todo cuando se integra este material a otros más sutiles como el vidrio, o cuando se colocan los escalones de modo que parezcan “flotantes”.
La inversión en mármol blanco es una apuesta que no defraudará con el paso de los años. Resiste pulidos, restauraciones y tratamientos. Cuando se le da una restauración adecuada, como los mejores vinos, se volverá cada vez más valioso a medida que pase el tiempo.